SOCIEDAD INDUSTRIAL
Es el término sociológico e historio-gráfico con el que se refiere a las sociedades con estructura social moderna. Esa estructura se desarrolló en los países occidentales en los que se llevó a cabo la Revolución industrial, a partir de la transformación de la previa sociedad preindustrial o agraria.
Principales características
1) Pretende la máxima producción con una organización del trabajo.
2) Aparición de la fábrica y la máquina que reemplaza la mano de obra humana.
3) Innovaciones tecnológicas que dan lugar a una producción en masa con abaratamiento de costes y aumento de beneficios –mayor productividad–.
4) Crece la división del trabajo y los trabajadores tienen una visión más especializada (hasta el Taylorismo y Fordismo).
5) Las relaciones laborales quedan vinculadas a las leyes del mercado y al salario.
Los orígenes: la Revolución Industrial
EL AUMENTO EN CONSUMO DE ENERGÍA
La sociedad industrial se caracteriza por el uso de fuentes de energía externas, como los combustibles fósiles (carbón y petróleo), para incrementar la escala de la producción.La producción de alimentos proviene de una agricultura de mercado, donde los procesos se han industrializado, sustituyendo cultivos, mejorando semillas, incorporando fertilizantes industriales y todo tipo de maquinaria agrícola y mejoras tecnológicas que disminuyen la necesidad de trabajo humano al tiempo que incrementan la producción. El trabajo excedente se traslada a las fábricas industriales, donde la mecanización se utiliza para aumentar aún más la eficiencia. A medida que crece la población, lo hace la mecanización, hasta el nivel de la automatización, que suprime puestos de trabajo en las industrias, que pasan a ser demandados en un sector servicios en expansión (terciarización).
EL DESARROLLO URBANO Y FABRIL
La sociedad industrial exige la urbanización, tanto para que los trabajadores estén cercanos a los centros de producción, como los servicios puedan beneficiarse de esos núcleos de creciente actividad económica. Esos centros urbanos requieren como factores de producción, fuentes externas de energía que superen los rendimientos decrecientes de la consolidación agrícola, debido parcialmente a la carencia de tierra arable, transporte asociado y costes de almacenamiento, lo que lo haría insostenible. Esto produce la necesidad de priorizar el acceso a la energía en las políticas económicas.
LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS
La sociedad industrial modifica de forma muy importante el comportamiento demográfico frente al denominado Antiguo Régimen demográfico propio de la sociedad no industrial. La tasa de mortalidad desciende de forma considerable al mejorar las condiciones de alimentación y salud (aumento de la esperanza media de vida), seguida más tarde en su descenso por la tasa de natalidad y fecundidad, como consecuencia de la pérdida de la importancia de mantener familias numerosas (de hecho aumentan los costes debidos a los hijos, cuya mano de obra ya no se incorpora automáticamente a las explotaciones familiares como en la sociedad tradicional), y más tarde por la incorporación de la mujer al trabajo. Esos cambios fueron descritos por primera vez por la teoría de la transición demográfica aunque vuelven a ser revisados en la teoría de la revolución reproductiva.